Opinión: “Seis variaciones sobre Música, pandemias y epidemias”, Fernando Lillo (Director Departamento de Música)
En música el término Variación, es un recurso antiguo en este arte sonoro pero como forma, aparece lenta y gradualmente desde los antiguos vihuelistas del siglo XVI, con sus llamadas Diferencias, pasando por el Barroco con otros nombres, para posteriormente adoptar el concepto de tema y variaciones en el siglo XVIII.
Ejemplos de este proceso, los podemos encontrar desde las Veintidós Diferencias sobre Conde Claros del español Luis de Narváez (1500-1552) la famosa, Variaciones Goldberg de J. S. Bach (BWV 988) o las características doce variaciones sobre la canción francesa Ah, vous dirai-je, mamam de Mozart. Pero en términos muy simples esta técnica y procedimiento musical, tiene como base un tema relativamente breve, que se repite de distintas maneras a lo largo de la trama a través de elementos comunes, ya sean rítmicos, melódicos, armónicos o incluso timbrístico y donde cada una de sus partes se unen entre sí para dar forma a la obra.
Un Covid-19 posiblemente sea una nueva variación en este constante tema que es la existencia humana – con características propias- pero que definitivamente tiene elementos en común a otros hechos históricos similares, donde especialmente la música y sus personajes han sido parte de esas fases, en ocasiones un tanto desconocidas.
Variación primera
Giovanni Boccaccio, el escritor y humanista italiano, en medio del punto máximo de una de las pandemias más mortíferas de la historia de la humanidad publicaba El Decamerón en el año 1352 aproximadamente, obra literaria de importancia universal que compila cuentos, danzas y música.
Esta última, aparece en esa obra de Boccaccio como una especie de interludios en forma de Ballate entre cada uno de los diez días de confinamiento en que transcurren los relatos, Francesco Landini (1325-1397) uno de los compositores italianos más conocidos de la segunda mitad del siglo XIV compuso la ballata Non so qual io mi voglia basado en uno ellos.
Variación segunda
Evidentemente, no hay comparación entre lo que fue la Peste Negra del año 1350 en Eurasia y un Covid-19 del presente, posiblemente en estas circunstancias el factor común sea lo frágil y pasajero que puede ser la vida. En Mesoamérica, por ejemplo, la epidemia de viruela o también conocida como Cocoliztli cerca del año 1545, hizo desaparecer paulatinamente a una importante cantidad de nativos aztecas y con ellos su música, para ceremonias religiosas, festivas y de guerra.
Variación tercera
Música, pandemias y epidemias, curiosamente siempre han estado unidas a través del tiempo y por situaciones que a veces no son muy conocidas como, por ejemplo, que el pianista Frédéric Chopin y su última Mazurca en fa menor (publicada póstumamente como Op. 68 n.º 4) la escribió ya muy afectado por la plaga blanca, o que Niccolò Paganini el virtuoso e icónico violinista al parecer también fue atrapado y silenciado a causa de la aeróbica Mycobacterium tuberculosis. Tchaikovsky por otra parte, terminó sus días en San Petersburgo a causa muy probablemente de otra ola de la pandemia de cólera europea a escasos días de estrenada su Sexta Sinfonía en el año 1893.
Variación cuarta
Arnold Schönberg, Ígor Stravinski, George Gershwin, entre tantos más seguramente, fueron testigos lejanos o no, de la llamada Gripe Española que se desarrollaba a partir del año 1918 – que al húngaro Béla Bartók le causó una grave y severa infección de oído – pero de los que otros compositores como el británico Hubert Parry a sus siete décadas o el estadounidense Charles Tomlinson Griffes de 36 años, no pudieron escapar.
Variación quinta
Si podemos citar más recientemente a partir de la segunda mitad del siglo XX, muchos músicos continúan ayudando a hacer conciencia sobre enfermedades contagiosas como es el caso del liberiano Charles Yegba que con su música Rap ha intentado hacer conciencia sobre el Ébola y como prevenirla en su país, otros han sido víctimas bastante conocidas del VIH, como lo fue Freddie Mercury del grupo Queen.
Y hoy mes de julio de 2020, con toda la parafernalia comunicacional, podríamos posiblemente reflexionar lo que un florentino Francesco Landini y tantos otros compositores han creado que en definitiva se podría resumir en, que es importante conocer, aprender, valorar y recordar.
Variación sexta
Solo este año, en marzo y abril exactamente ya han sido víctimas de Covid-19 músicos como el camerunés Manu Dibango autor del hit Soul Makossa del año 1972 o el estadounidense Wallace Roney, trompetista de jazz conocido por su interpretaciones de Miles Davis, Adam Schlesinger que produjo varias canciones entre ellas Way Back into Love para la película Music and Lyrics del año 2007, con los actores Hugh Grant y Drew Barrymore como protagonistas. Y en Chile, solo el pasado 23 de mayo fallecía, Alejandro «Pocho» López, extrompetista de la mítica Sonora de Tommy Rey.
Final
A pesar de todos los teatros, espacios, salas y auditorios cerrados por prevención – fuente principal de ingresos de muchos músicos – afortunadamente en la vida como en el arte, hay un ciclo que se renueva constantemente, como una especie de variación, ese antiguo y sencillo mecanismo musical que conlleva transformación, pero lo más significativo quizás, es que la huella y desarrollo de toda actividad humana será retratada antes o después, para recordarnos que no debemos deshumanizarnos ante cualquier crisis, epidemia o pandemia que se nos presente, puesto que no es nuevo que actualmente el tema principal de esta obra aún no terminada es el cuidado y la ayuda mutua.
Fernando Lillo Moscoso
Director Departamento de Música
Facultad de Humanidades y Arte