Revista Atenea presenta número 522 con dosier dedicado al Centenario UdeC
El Departamento de Español informa que está disponible la revista Atenea n°522, número que reúne once artículos dedicados al tema “universidad”, los cuales integran el dosier diseñado para conmemorar los 100 años de vida de la Universidad de Concepción, institución de la que Atenea forma parte desde hace 96 años desde su creación como revista en 1924. A este dosier “Centenario” le sigue una nota titulada “Antecedentes sobre la creación de la Escuela de Graduados y Perfeccionamiento Profesional en la Universidad de Concepción”, que corresponde a un estudio historiográfico sobre dicha unidad universitaria.
Este número también contiene la segunda parte del dosier titulado “Límites y dilemas de la representación de los perpetradores de violaciones a los derechos humanos en espacios públicos”, constituido en total por siete artículos, cuatro de los cuales publicamos en el número 521 de Atenea y los tres restantes hoy.
Finalmente, se retoma aquí la sección “Heterogénea”, con tres apartados: el ensayo filosófico del académico de la Universidad de Chile, Miguel Orellana Benado; la entrevista a la destacada miembro de nuestro comité consultivo, formada en la Universidad de Concepción, Ana Pizarro; y los discursos de presentación del libro de Fabienne Bradu, “Cambiemos la aldea. Los Encuentros de Concepción, 1958, 1960 y 1962”, editado por el Fondo de Cultura Económica y la Editorial Universidad de Concepción.
Link a la publicación: https://revistas.udec.cl/index.php/atenea/issue/view/241
Cecilia Rubio, directora de la nonagenaria revista universitaria, destaca que desde hace tiempo ya estaba decidido que este número sería especial en el sentido de que incorporaría el dosier “Centenario Universidad de Concepción”.
“Como siempre, la meta es hacer un número de calidad, lo que parecía más difícil de lograr en este caso. Necesitábamos abordar las diferentes dimensiones de la universidad, entendida como la institución de educación superior de mayor relieve en las sociedades contemporáneas. Ese abordaje debía ser académico, de investigación y reflexión serias, para que se constituyera en un aporte a la visión general de dicha institución, y que también nos permitiera mirar críticamente nuestra propia institución”, manifiesta.
Cada dosier, explica Rubio, se abordó de manera distinta. El referido al centenario lo propuso Atenea y la convocatoria fue realizada con invitaciones a académicos y académicas que tuvieran alguna publicación relacionada con el tema “universidad”. Este conjunto fue coordinado por las doctoras Clara Parra, del Departamento de Español, y Noelia Carrasco, del Departamento de Historia.
En tanto, el dosier “Límites y dilemas de la representación de perpetradores de violaciones a los derechos humanos en espacios públicos”, corresponde a una propuesta que fue enviada a la revista por una de las coordinadoras, la Dra. Daniela Jara, de la Universidad de Valparaíso. “Pero las diferencias llegan hasta ahí, porque una vez recibidos los conjuntos de artículos ambos pasaron por las mismas fases de revisión, evaluación y edición. Además, Atenea tenía no solo el interés de publicar ambos en este número, sino también el compromiso de hacerlo, lo que modificaba la estructura regular del número”, dice.
Esto último, sostiene Rubio, plantea un problema en relación a las plataformas digitales, que tienen casilleros fijos para incorporar cada trabajo. “Pero no queremos perder la flexibilidad para diseñar los números. La revista debe salir enriquecida de cada experiencia y lo que más nos importa es diseñar un buen número completo, pensando en el impreso”, señala.
Habitualmente el trabajo de edición de Atenea se realiza mediante medios digitales, por lo que la pandemia y su consiguiente confinamiento no han implicado mayores desafíos en la realización de la revista. “La mayor parte de los autores no son de la Universidad ni de Concepción, de modo que la forma de comunicación más expedita es el correo electrónico, que funciona perfectamente. La plataforma OJS de revistas académicas nos permite la recepción de las contribuciones de manera formal. La dimensión que se ve afectada con el confinamiento es la del diálogo espontáneo y fluido que suele existir entre quienes trabajan en cada número: secretaria, asistente, miembros del comité, editor general, auxiliar, etc. Obviamente, la parte logística, relacionada con la impresión y distribución de ejemplares, también se ve afectada”, señala Rubio.
La directora también destaca que la incorporación del DOI (Digital Object Identifier) es un gran logro institucional en materia de la gestión de las revistas académicas y está funcionando muy bien para el mundo especializado y las exigencias que hay que enfrentar hoy en día.
Avanzar en la digitalización
Este número, el segundo que se realiza durante la pandemia, reúne once artículos dedicados al tema “universidad”, que integran el conjunto diseñado para conmemorar los 100 años de vida de la Universidad de Concepción, institución de la que Atenea forma parte desde hace 96 años desde su creación como revista en 1924. A este dosier le sigue un estudio historiográfico de la Escuela de Graduados UdeC.
Posteriormente se presentan los tres artículos finales del dosier “Límites y dilemas de la representación de los perpetradores de violaciones a los derechos humanos en espacios públicos” y, finalmente, se retoma la sección “Heterogénea”, con tres apartados: el ensayo filosófico del académico de la Universidad de Chile, Miguel Orellana Benado; la entrevista a la integrante del comité consultivo de Atenea, Ana Pizarro; y los discursos de presentación del libro de Fabienne Bradu, “Cambiemos la aldea. Los Encuentros de Concepción, 1958, 1960 y 1962”, editado por el Fondo de Cultura Económica y la Editorial Universidad de Concepción.
Para la directora de Atenea, la meta siempre es hacer un buen número y alcanzar mayor cantidad de lectores y mayor posicionamiento. “Queremos también avanzar en la digitalización de los números anteriores a 2003 e incorporar algunas mejoras a algunos de los procesos, pero no sabemos si el próximo año será más propicio para actividades presenciales”, concluye.