Un grupo de cuatro estudiantes provenientes de China asisten a clases en el Departamento de Español, como parte de un convenio entre el Campus Chillán y la asociación Chile-China. En pocos meses han logrado comenzar a comunicarse en Español y algunos de ellos esperan quedarse en el país..

La iniciativa, según comenta la Doctora Anita Ferreira, Directora del Programa de Español como Lengua Extranjera (ELE), nació hace dos años a raíz de este convenio, que administra la Dirección del Campus Chillán y que busca preparar a jóvenes provenientes de diferentes realidades académicas para manejarse a un nivel que les permita entablar una conversación en español. “Lo que estamos ofreciendo es un curso para que los ciudadanos chinos interesados en desarrollar actividades laborales en el área comercial puedan expresarse en nuestra lengua”, explicó.

Este es el caso de Hang Yu Yang, quien llegó a Chile hace tres años. Los primeros dos años vivió en Iquique, donde sus padres trabajan en el comercio, pues su idea es continuar la labor de sus padres y hacerse cargo del negocio familiar. “El año pasado comencé las clases, ha sido una buena experiencia y los profesores son amables. El español tiene muchas palabras difíciles, pero la gramática es lo que me ha costado más”.

El curso tiene una duración de ocho meses, con un total de 320 horas de clases. Estas se reparten en clases presenciales y virtuales, en las que los profesores conversan a través de un chat con los estudiantes. Los jóvenes provienen de cuatro ciudades diferentes de China, cercanas a los centros urbanos de Beijing, Shanghai y Guangzhou.

Los cuatro estudiantes viajan desde Chillán -donde cuentan con residencia proporcionada por el convenio- a Concepción, dos veces a la semana. El profesor del curso, René Oportus, cuenta que el progreso “ha sido notable. Su lengua materna es muy distinta al español. Tienen una dificultad en la pronunciación, tienen que aprender a discriminar los rangos del español, cosas que damos por sentado”. Este progreso también se explica, según la profesora Ferreira, porque estos jóvenes están muy dedicados a sus estudios y tienen una alta capacidad de concentración y aprendizaje.

Para el programa ELE, desarrollar este curso también ha sido un aprendizaje. “Ha sido un desafío diseñar este curso. Hemos tenido que buscar profesores de inglés para comunicarnos en esa lengua en las primeras clases, hemos probado nuevos materiales y también, traído material ad hoc desde España para facilitar el aprendizaje de estos estudiantes”, sostuvo.