El Grupo de Investigación Lenguajes Escénicos Teatro (2008) de la dirección de Investigación y Desarrollo Artístico de la UdeC, integrado por académicos y estudiantes de pre y postgrado de la casa de estudios; acaba de iniciar una nueva investigación sobre dramaturgia de Concepción.

Con apoyo del Fondart Nacional (2017) y la familia, ha podido rescatarse uno de los dramaturgos locales silenciados por las historias del teatro nacional, Roberto Navarrete Troncoso.

Oriundo de Bulnes, se trata de un connotado actor, director y dramaturgo del Teatro de la Universidad de Concepción, entre 1955 y 1973. Navarrete escribió 14 obras dramáticas, una novela y un número impreciso de poemas. También dirigió un total de 15 montajes y participó en más del 50% de estrenos del TUC (46 de 81 entre los años citados).

Sin embargo, sus obras aún no han sido publicadas, estudiadas, antologadas, ni tampoco incluidas en las historias del teatro chileno del período.

Las únicas menciones a su trabajo se realizaron en 2001, en el marco de una investigación, propuesta y ejecutada en la UdeC, la que reflexionó sobre el proceso de formación y desarrollo de uno de los elencos universitarios chilenos que revolucionó la escena del país desde mediados de la década de 1940 hasta 1973, el TUC.

Esto quedó plasmado en el libro “Historias del Teatro de la Universidad de Concepción, TUC” (2003).

Desde ese entonces, la reflexión que se realiza desde la UdeC sobre la escena teatral se ha concentrado en aquellas propuestas que, instalándose en la tradición dramatúrgica y teatral de la ciudad y en su pasado esplendoroso, ha dado origen a numerosos estrenos a partir del año 2000.

El resultado de esta investigación quedó en un segundo libro: “Muestra de dramaturgia emergente de Concepción” (2012). El texto aspira a contribuir al estudio crítico de las diferentes áreas de desarrollo y montaje del teatro penquista de las últimas décadas. También reunió una colección de 9 piezas que expresan y resignifican, en una diversidad de propuestas; los conflictos, intereses, miradas e inquietudes que mueven a la sociedad penquista de las últimas décadas.

Se trata de una muestra representativa de una parte de la dramaturgia local de fines del siglo XX y comienzos del XXI, propositiva de nuevas texturas interpretadoras de lo real y de la intrahistoria local. Allí está las obras “Canción para caminar sobre las aguas” y “La Jana” (Juan Pablo Aguilera), “La Fresia” de Carolina Díaz, “Amortem” (Lizardo Gutiérrez), “Memorias de la Concepción” (La Otra Zapatilla), “Amor en Lota” (Nelson Oyarzúa), “Querida, vagabunda y torcida” (Leslie Sandoval) y “Amador ausente” y “Tus dedos” de Leyla Selman.

UNA LARGA ESPERA

La publicación de libros sobre el teatro de esta ciudad ha fortalecido el vínculo de UdeC con el arte escénico y, en ese sentido, con las propuestas espectaculares que re-visan y re-crean lo local.

Roberto Navarrete debió esperar hasta fines del siglo XX para ver plasmadas en un libro solo algunas de sus obras: “Hora cero” (1972), “Los herederos de las moscas” (1982) y “Carta abierta a individuos no identificados” (1986), publicadas en el volumen “Los herederos de las moscas”, en 1987.

El grueso de su dramaturgia, sin embargo, aún permanece inédita, pese a constituir una muestra importante del escaso teatro chileno de temática político campesina de los 60.

La investigación “Roberto Navarrete Troncoso, dramaturgo del TUC. La escena inconclusa” (Fondart Nº 413750) será posible gracias al apoyo que la familia del dramaturgo, específicamente sus hijos, Enrique, Roberto y Jaime; ha brindado para que ésta se realice.

El año pasado, Enrique Navarrete Fierro facilitó al equipo los manuscritos de gran parte de la producción dramática de su padre para realizar su estudio y publicar en un solo volumen sus obras. La investigación, en este sentido, cobró una dimensión afectivo familiar a la que es preciso responder apropiadamente.

Se estudiarán y analizarán las siguientes obras de Navarrete en el contexto de la dramaturgia de su época: “Su día gris” (1962); “La flor de la laguna” (1964); “El cochayuyero” (1965); “La mariposa en el barbecho” (1969); “Variaciones en mi menor” (1993); “Ya no hay un pequeño lugar, un mísero rincón” (1993); “La dama dormida, el rey vikingo y el flautista”; “Navidad en la aldea” (1970); “Pedro y el lobo” (1968); y “El amor de María y Remigio”. Quedó fuera “El chilenito del barril” (1965), cuyo manuscrito está extraviado.

El objetivo es estudiar el aporte específico de las obras inéditas de Navarrete a la dramaturgia nacional y las modalidades a través de las cuales los lenguajes escénicos propuestos en sus obras se articularon con su mirada de realidad. Se indagará en algunas cuestiones fundamentales, tales como la identidad nacional y lo propiamente chileno que proponen sus piezas.

Entre los aspectos aparece la propuesta de una ruralidad como escenario de rebelión, la ficcionalización de aspectos fónico rurales de la región del Biobío e integración de una propuesta sonora musical poética. Esto como parte integrada a las historias contadas y los diálogos entre su obra y el repertorio dramático nacional e internacional.

(con información proporcionada por la profesora Patricia Henríquez Puentes).

Extracto Diario el Sur