Arte, teatro y manifestaciones callejeras: cuerpos que no caben en la lengua (Entrevista a Dr. Cristián Opazo)
El Dr. Cristián Opazo, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Chile, impartió el pasado viernes 30 de agosto la conferencia Repertorios clandestinos: el performance de la lucha armada en Mateluna de Guillermo Calderón, en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad de Concepción.
Opazo dialogó sobre el actual proyecto que desarrolla junto al Núcleo Milenio, un grupo de investigación donde convergen especialistas de musicología, teatro, historia y literatura. El objetivo del grupo, según el catedrático, consiste en “indagar en los métodos de investigación de las compañías de teatro documental, para sistematizar esos métodos y producir —desde el discurso académico— una suerte de marco metodológico para observar manifestaciones públicas, fundamentalmente de política: marchas ciudadanas, tomas, cualquier evento que intente de algún modo romper la disciplina urbana”, declaró.
El profesor aclaró que “no solo nos interesa reflexionar acerca de las capacidades estéticas de los colectivos sociales, sino también demostrar que los métodos de investigación de los creadores tienen una potencialidad a la hora de intentar cambiar la realidad”.
El Manual de Frascati, el documento normativo de la OCDE para la evaluación de la investigación científica de los países miembros, constituyó una motivación para el Dr. Opazo. Cuenta que un criterio en particular le parece provocador, y su investigación pretende subvertirlo.
“Este documento menciona a las artes en un pie de página, como de pasada. Afirma que las artes no generan conocimiento, toda vez que sus contenidos no resultan replicables, no generan métodos, y lo que consiguen es plantear nuevas formas de empaquetar la realidad. Nuestra apuesta es dudar de esa afirmación. ¿Quién dice que el arte no produce conocimiento? Nuestra apuesta es demostrar que sí.
—¿De qué manera el arte genera un conocimiento?
“Según nuestra propuesta, los métodos y procesos creativos en el arte pueden facilitar aproximaciones a fenómenos sociales. Por ejemplo, en lo relativo al lenguaje de las manifestaciones públicas de orden político. Nos interesa demostrar que las valoraciones sobre el éxito o fracaso de una movilización trasciende la presencia cuantitativa de manifestantes, dato en el que suele enfocarse la prensa. Queremos que los hechos puedan ser valorados, además, por su capacidad para actualizar repertorios artísticos”.
—¿En qué experiencias usted ha detectado esta tendencia?
“Durante las protestas estudiantiles en 2011 fue muy obvio. Resultaba llamativo el resurgimiento de las figuras históricas adoptadas por el estudiantado: personajes como Pedro Lemebel o Salvador Allende. En esas manifestaciones emergían teatralidades y visualidades muy propias del circo-teatro, hecho que no siempre se interpretó adecuadamente. Cuando la calle se manifiesta, elige lenguajes que muchas veces la crítica periodística o académica consideran pasados de moda, obsoletos, y no tiene por qué ser así. En esos actos se evidencia, por ejemplo, la pervivencia en la ciudadanía de cierta memoria artística que no aparece formulada en las categorías habituales, pero que constituyen un gran reservorio de representaciones estéticas y políticas. Nos interesa trabajar, por así decirlo, con los cuerpos que no caben en la lengua.
—¿Qué relación detecta entre el cuerpo y el lenguaje en estas manifestaciones?
“El cuerpo da la posibilidad de completar y actualizar lenguajes verbales o visuales. Y es central en el acto mismo de la manifestación. Nos interesa mostrar cómo el cuerpo es administrado de manera deliberada como un soporte para aquellos lenguajes que no caben en la hoja de papel”.
Crédito en la Realización de la Entrevista: Lis García-Arango y René Camilo García-Rivera.
Lectura de Foto:
El Dr. Cristián Opazo de visita a la Universidad de Concepción el 29 de agosto de 2019.