Proyecto liderado por Anita Ferreira, académica de la U. de Concepción: Plataforma que usa IA ayuda a mejorar la ortografía y gramática de escolares
- Mal uso de conectores y falta de tildes y haches en las palabras son algunos de los problemas detectados por el programa gratuito. La idea es que con su ayuda los profesores identifiquen las faltas ortográficas más recurrentes y refuercen esos contenidos.
“La música a sido una herramienta muy importante en la historia ya que a través de ella se pueden hablar temas muy controversiales o de índole personal” (sic).
Esta frase, con errores ortográficos y gramaticales, es un ejemplo real sacado de un texto escrito este año por un alumno de segundo medio.
Gracias a la ayuda de la inteligencia artificial (IA), las faltas más recurrentes que suele cometer cada escolar —y el curso en su totalidad— son más sencillas de corregir y sistematizar por los profesores. Se trata de “Mejora tu Escritura” (https://mejora-tu-escritura.cl/), una plataforma gratuita desarrollada en Chile que usa esta tecnología.
Así, en el ejemplo anterior, la IA avisa que es “ha sido”, en vez de “a sido”, y advierte que va una coma antes del conector “ya que”. Además, señala si estos son errores frecuentes que comete el estudiante. La idea es que luego el docente refuerce estos contenidos en el aula.
Financiado por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef) de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y liderado por Anita Ferreira, doctora en Lingüística Aplicada e Inteligencia Artificial y académica de la U. de Concepción, el proyecto fue desarrollado para apoyar y mejorar la precisión lingüística en la escritura de jóvenes de enseñanza media.
La experta explica que “la plataforma tiene 12 lecciones, cada una con 10 actividades para desarrollar los temas en función de la lectura de textos, la comprensión de videos, audios e imágenes, todos auténticos. Al final de cada lección, el estudiante realiza la escritura de un texto. Este queda registrado en la plataforma para que el profesor o profesora lleve a cabo la tarea de revisión textual. El docente visualiza el texto, a través de una ventana emergente, con la identificación de los errores más recurrentes de cada alumno, como mal uso de conectores, falta de tildes y haches en algunas palabras, y su propuesta correcta. De esta manera, se pueden revisar y seleccionar los errores que luego retroalimentará en el aula”.
La iniciativa tardó dos años en ver la luz y la versión piloto se probó de mayo a julio de este año con estudiantes de segundo año medio de escuelas de la Región del Biobío. El objetivo es lograr extenderla prontamente a otras regiones del país: para poder utilizarla, primero los docentes deben recibir formación y entrenamiento en tecnología y técnicas avanzadas de revisión textual.
“Trabajamos con más de 600 textos en un procesamiento en que estuvimos etiquetando todos los errores, trabajando con dos software especializados y eso nos permitió tener estadísticamente cuáles eran los 10 errores más recurrentes en esta muestra y hacer la proyección y entrenar al profesorado de los colegios de prueba en estrategias de retroalimentación lingüística. Ellos nos están apoyando, están muy entusiasmados y tratando de motivar a que los jóvenes aprovechen la retroalimentación de sus textos”, asegura Ferreira.
Y añade: “Tenemos que ayudar a nuestros estudiantes porque los estragos de la pandemia y el uso de una lengua informal en las redes sociales repercuten diariamente en la calidad de la escritura que luego se exige en los contextos académicos, profesionales y laborales. Debemos preparar a los alumnos para que puedan desenvolverse apropiadamente con una escritura con precisión lingüística y comunicativa”.