Presentan libro que retrata a las mujeres penquistas entre 1840 y 1920
Por Jeanette Valenzuela (Panorama)
Una nueva mirada de la historia local, a partir de un conjunto de testamentos femeninos de mediados del siglo XIX y comienzos del XX, ofrece la académica de los departamentos de Sociología y de Ciencias Históricas y Sociales, Alejandra Brito, en su libro Autonomía y Subordinación: Mujeres en Concepción, 1840-1920, lanzado ayer.
“Es un trabajo que toma varias dimensiones de la vida de las mujeres. El foco principal inicialmente fueron las gestiones económicas, pero después el proyecto fue creciendo y se incorporaron temas como la familia, la afectividad, las subjetividades y los imaginarios sociales. Finalmente fue leído desde una perspectiva teórica feminista para discutir y debatir sobre (la mujer en) la dicotomía de lo público y los privado”, señaló.
Presentadora del libro, la Directora Regional del Servicio de la Mujer, Valentina Medel, expresó que este trabajo, además de ser reflejo de las convicciones de su autora, es “una profunda reflexión, que reivindica las voces de mujeres que fueron silenciadas en la construcción de la historia tradicional y que, desde sus propias experiencias cotidianas, tenían mucho que aportar al proceso de autonomía de las mujeres hasta el día de hoy”.
Este libro, señaló el Director del Departamento de Ciencias Históricas y Sociales, Fernando Venegas, cuestiona la mirada en que tradicional se ha circunscrito a la mujer, agregando que “el estudio de la mujer que siempre se ha circunscrito al ámbito de lo privado (…), pero al estudiar a las mujeres en la vida cotidiana, al ver los testamentos, se ve que se mueven también dentro del ámbito de lo público”. También, añadió, es una reflexión en torno a cómo la academia enfrenta los temas de la mujer que, en su opinión, genera “interpretaciones o marcos de análisis muy rígidos, que no nos permiten ver la realidad como realmente funciona”.
Para la licenciada e Historia, ex alumna de la académica y colaboradora en el estudio, Yessenia Puentes, la contribución de la Doctora Brito está en el rescate de “hechos importantes de la cotidianeidad la mujer (…) y también de los patrones culturales y normativos de la época”. Estos testamentos, agregó, son presentados, por un lado, “como una posibilidad de hablar de las mujeres, de relatar su propia vida a través del repaso de sus bienes (…) y, por otro lado, como una posibilidad de hablar de la misma sociedad a través de una serie de elementos normativos”.