Una nueva lectura sobre el tiempo histórico del siglo XX el académico de la Universidad Católica de Chile, Joaquín Fermandois, en la conferencia Entre la ruptura y la continuidad, 1914-1989 que ofreció en la apertura del año académico de la carrera Licenciatura en Historia de la UdeC, realizada el jueves 9 de abril en el auditorio de la Facultad de Humanidades y Arte.

Frente a la idea del siglo corto –concepto que acuñó el historiador Eric Hobsbawm para la centuria pasada y que designa el periodo situado entre la Primera Guerra Mundial y la caída del Muro de Berlín- el historiador propone abrir una continuidad entre el último tercio del Siglo XIX y lo que llevamos del XXI.

El Doctor Fermandois justifica esta continuidad “porque, a grandes rasgos, las grandes tendencias que vemos hoy día, y que consideramos nuevas, ya estaban emergiendo a fines del Siglo XIX y se han continuado desarrollando a lo largo del Siglo XXI. En 1914 Estados Unidos era la primer potencia mundial, China estaba levantándose, Japón ya era una pequeña potencia, Rusia estaba también en ebullición; había surgido el nacionalismo tercermundista, las raíces del conflicto de Medio Oriente ya estaban asentadas”, señaló.

De acuerdo al académico, los grandes problemas de la humanidad del pasado siguen siendo los mismos “por eso hay una continuidad, en lo moderno”. En resumen, dijo, lo actual es una síntesis entre lo moderno y lo antimoderno, perspectiva en la que sitúa la realidad de Medio Oriente. “Junto a las sociedades ultra organizadas y ultra tecnificadas emergen o reemergen formas arcaicas de vida, pero que también tienen mucha fuerza”, explicó, como es el caso de lo que ocurre en el mundo musulmán, donde se observa la pervivencia de lo religioso “o, incluso, lo irracional de lo religioso”, que se diferencia de otras partes del mundo donde lo religioso tiende a ser cada vez más marginal.

“Es algo arcaico, pero a su vez hay que considerar que en el mundo musulmán nunca había pasado algo que fuera capaz de llegar a muchas partes. Me pregunto si no es en el fondo otra forma de modernidad”, comentó.

Terminando su conferencia, el académico reflexionó sobre la importancia de la historia, pensando en las nuevas generaciones de estudiantes que harán de esta disciplina su profesión.

“El ser humano es historia, la experiencia humana de todo ser vivo es historia, es pasado, y esto vale para el físico, para el químico y para nosotros los historiadores (…) La historia es una forma de entender al hombre; así como el biólogo entiende al hombre a través del cuerpo y el psiquiatra lo hace a través de la psiquis, el historiador lo hace a través de su pasado. Somos seres que hemos sido, eso es lo que somos ahora”, señaló, a la vez que resaltó la importancia de la disciplina como parte integrante “del ser del pensamiento”.

En la ocasión, los nuevos alumnos recibieron el saludo del jefe de carrera, Mauricio Rojas, quien los llamó a integrarse de lleno a la comunidad de Historia, a la vez que les informó que en los cambios que se están introduciendo se ha buscado privilegiar la solidaridad y el espíritu colaborativo como sello de la carrera.

(Información redactada por Revista Panorama, U. de Concepción).